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El zurracapote, la tradicional bebida del verano festivo riojano  

El zurracapote, la tradicional bebida del verano festivo riojano  

Te descubrimos sus secretos para que te animes a elaborarlo tú mismo

24-07-2017

El verano riojano tiene algunos imprescindibles que se repiten año a año, incluso más que eso: de generación en generación. Uno de ellos es el zurracapote. Además, no hay fiesta que se precie en la que falte. Ya sea en bota, en porrón, en vaso, en copa… Fresquito, bien reposado y con las dosis adecuadas de ingredientes se convierte en una bebida atractiva, aunque sin olvidar que debe evitarse el consumo abusivo.

Pero lograr una receta unificada resulta casi una quimera. Después de consultar a varios elaboradores habituales, la conclusión es clara: cada uno tiene su librillo, no hay reglas inamovibles. A menudo coinciden los ingredientes en la versión de zurracapote clásico, siempre teniendo clara su diferencia con la sangría: vino (clarete, aunque también hay quien lo prepara con blanco), azúcar, canela en rama y limones. Después surgen las primeras diferencias: las proporciones. Cogiendo como base la antigua medida de la cántara (16 litros), se utiliza entre 1,5kg de azúcar o 2kg, todo ello en función de cómo de dulce se quiera preparar. El cómputo de limones se sitúa en cuatro o cinco unidades, al gusto, y dos ramas de canela.

Diferentes estilos de elaboración

Receta de zurracapote riojano

Ahora llega la hora de la verdad: pongamos en liza dos versiones, aunque puede haber tantas como se quiera, porque si en algo coinciden las personas consultadas (procedentes de Entrena y Lardero) es que “cada uno le da su toque”. Por un lado, como explica José María Vallejo de Lardero, quien prefiere el vino blanco, puede hacerse vertiendo el vino en un gran recipiente y ahí se echa el azúcar y se remueve. También se exprimen los limones (manualmente) y se cuela para eliminar posibles pulpas. Al mismo tiempo se calienta un poco de agua (1/2 litro, aproximadamente) y en ella se hierve la canela. A continuación, se añade el agua con el jugo de la canela al recipiente principal. Se remueve todo y se deja reposar al frío durante unos cinco o seis días.

Otra posibilidad es la que propone Javier Rodríguez, de Entrena, (a la que pertenecen las imágenes). En este caso, se vierte el vino (clarete) en un recipiente de gran tamaño a excepción de un litro que se retira y se calienta al fuego. Es precisamente en este litro en el que se va a elaborar el almíbar que posteriormente se mezclará con el resto de vino. Así, lo primero es añadir el azúcar, que se remueve hasta su total disolución. Lo siguiente es agregar la canela en rama y por último el jugo de limón y también la cáscara. Todo ello se deja a fuego lento durante 15-20 minutos. A continuación se mezcla con el resto del vino y se reposa durante una semana, aproximadamente.

Sea como fuere, el éxito suele estar asegurado si se sirve fresquito, en un entorno agradable, con ambiente festivo y si encima se bebe en porrón se consigue, además de alguna mancha en la ropa, alimentar la tradición y las sonrisas de la parroquia. ¡Salud!

INGREDIENTES:

  • Una cántara de vino (16 litros) clarete, aunque también es posible con blanco

  • 4-5 limones

  • Entre 1,5kg y 2kg de azúcar

  • 2 ramas de canela

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