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Entrevistas

“En el Barrio de la Estación de Haro nació la esencia de Rioja: vinos envejecidos y complejos”

“Para mantener viva una empresa debes entenderla como un cultivo, como un sujeto con sus propias necesidades”

 “De no haber tenido mi familia una bodega creo que sería empresario de todos modos, pero seguramente disfrutaría menos con mi trabajo”


En septiembre se esperan más de 5.000 personas en la Cata del Barrio del Estación, la primera gran acción de la Asociación de Desarrollo Turístico (ADT) Barrio de la Estación ¿cómo surge todo esto?

La idea, tanto de la ADT como de este evento, es dar a conocer la historia, la tradición y el contenido del Barrio de la Estación de Haro, ponerlo en el lugar que merece a nivel internacional, porque es la mayor concentración ya no sólo de bodegas, sino de empresas centenarias en el mundo.

Pero las siete firmas que promueven el evento (López Heredia, Muga, Cvne, La Rioja Alta, Roda, Gómez Cruzado y Bodegas Bilbaínas) tienen ya su nombre y su propia historia en el mercado ¿para qué unirse en algo así?

Unirnos tiene mucho sentido porque el conjunto es más atractivo para el consumidor y para la prensa de lo que puede serlo cada bodega por separado. De forma individual también podemos traer a periodistas internacionales, pero es más fácil si les ofrecemos algo más, y aquí tenemos ese algo más que ofrecer.

Cuéntenos qué es ese algo más ¿qué es el barrio de la Estación de Haro? ¿qué significa para Rioja?

Es el corazón de Rioja, donde empezaron a hacerse los vinos con crianza que nos han dado fama a nivel mundial. El cambio de los vinos más jóvenes a los clásicos de Rioja, envejecidos y complejos, tuvo lugar allí, en el Barrio de la Estación. Es donde nació la esencia de Rioja, sus vinos más más tradicionales y potentes, por los que la región ha alcanzado su reconocimiento internacional.

Usted viaja muy a menudo a Estados Unidos, en algunas ocasiones ha dicho que vende más vino en Nueva York que en Madrid ¿cómo se entiende Rioja desde el exterior?

Rioja es una marca en sí misma. Tiene un atractivo enorme. En países como Reino Unido o Estados Unidos, o en el norte de Europa, Rioja se asocia con vinos de alta calidad. También hay otras zonas, como Suiza o Alemania, en la que se valora Rioja por su buena relación calidad-precio. La imagen de Rioja es mucho más importante de lo que creemos, sería un auténtico honor para cualquier bodeguero del mundo estar aquí.

Bueno, ustedes no solamente están aquí… llevan más de un siglo instalados. Es la quinta generación al frente de una de estas bodegas ¿cómo se consigue?

Yo creo que la clave está en mantener la empresa en manos de la familia y en considerar que tiene vida propia. No es el negocio de alguien, sino una entidad con vida propia, un sujeto con unas necesidades que son distintas de las de sus propietarios. Pienso que es fundamental que esté metida en la ideología de la empresa esta noción: la de hacerse cargo de la empresa como de un cultivo.

No deja de ser un concepto vitivinícola… ¿es usted más empresario o bodeguero?

Soy sobre todo un empresario, alguien que hace crecer, que desarrolla un proyecto. Pero es cierto que una bodega es una empresa muy especial. Para empezar te permite algo que es muy difícil en otros negocios: decides tú todo. Desde la etiqueta hasta el tipo de cliente al que te quieres dirigir. En la mayoría de empresas lo que haces es comprar y vender, a lo sumo transformas, pero en una bodega lo haces todo. Es algo tan personal, estableces una relación tan íntima con lo que produces, que creo que de no haber tenido mi familia una bodega yo sería empresario de todos modos, pero seguramente disfrutaría menos con mi trabajo.

Dispone ya de un amplio recorrido personal en la industria vinícola ¿cuál es el cambio más destacable en el mundo del vino y en Rioja desde que empezó a formar parte de la dirección de la empresa?

Desde que empecé a trabajar, creo que los mayores cambios que se han producido tienen que ver con la búsqueda de la calidad y con la internacionalización. Hace unos años según qué acciones en bodega se hubieran considerado tonterías, y no habríamos imaginado tener una oficina en China con un gerente chino, por ejemplo, pero esto hoy en día son cosas que consideramos de lo más básico.

¿Hay algo que no haya cambiado?

Sí, la esencia se mantiene. Lo básico, el vino envejecido en Rioja y en nuestro caso también la filosofía de criar nuestra propia uva, eso sigue igual que antes.

Después de la Cata del Barrio de la Estación este septiembre ¿hay más planes conjuntos entre las bodegas participantes?

Sí, por supuesto. Estamos todos totalmente implicados y de acuerdo en que queremos hacer muchas cosas juntos. Pero iremos paso a paso. De momento vamos a conseguir que La Cata del Barrio de la Estación sea un éxito y se convierta en la gran cita enológica a nivel mundial.

 

Fotografía: La Rioja Alta