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Entrevistas

"El futuro del turismo rural es halagüeño, por el interés que genera, y preocupante, por la despoblación rural"

"Hasta que no logremos que el flujo de turistas internacionales suba no se va a poder vivir del turismo rural en La Rioja"

"El turismo rural está de moda y en el caso de La Rioja han favorecido también las campañas promocionales regionales y el esfuerzo de las propias casa rurales"

Pregunta obligada, ¿qué supone para ASCARIOJA recibir el galardón por desarrollo rural de La Rioja Capital?

Fue una sorpresa y muy agradable. Además, ha coincidido con el hecho de que acabamos de cumplir 20 años como asociación de turismo rural (en noviembre de 2016). Supone un reconocimiento al trabajo de más de dos décadas. En realidad el trabajo de ASCARIOJA y el del turismo rural en La Rioja van en paralelo, hemos crecido a la vez. A fin de cuentas es nuestro granito de arena a las economías de pueblos pequeños, la mayoría de ellos.

¿Qué aporta ASCARIOJA y sus casas rurales al desarrollo rural?

En primer lugar, la generación de autoempleo, la generación de uno o dos puestos directos, más luego una serie de puestos indirectos que van al comercio del pueblo, los bares locales... Es una generación de riqueza. Pero también significa el mantenimiento del patrimonio artístico cultural de los pueblos, ya que por normativa las casas rurales deben conservar la arquitectura típica de la zona. Y sobre todo es mantener vivas las calles de nuestros pueblos con gente que nos visita y que además, por lo general, repite o nos recomienda.

¿En qué nivel de calidad se encuentran las casas rurales en La Rioja?

En general, el nivel de las casas rurales en La Rioja es bastante alto. Ahora que estamos clasificados con estrellas verdes, todas nuestras casas tienen entre tres y cinco estrellas, la mayoría están consideradas como cuatro estrellas. Además, durante estos años de crisis se ha conservado la calidad muy alta, y merced a ello hemos conseguido mantener precios compensándolo con calidad y con mejores servicios.

¿Cuentan con alguna característica especial los alojamientos rurales de la comunidad riojana?

Lo que tenemos como algo especial y distintivo es el carácter de los riojanos y de nuestros pueblos. El huésped que viene a una casa rural en La Rioja se siente bienvenido, acogido, no va a tener problema cuando pregunte por algo... Contamos también con la ventaja de ser una comunidad en la que todo está muy cerca, con lo cual puedes aprovechar muy bien la estancia.

¿Se valora todo ello: calidad, características especiales, etc., por parte del turista tanto de otras regiones o países como de los propios riojanos?

Hay un aspecto que me gustaría destacar respecto al turista: el visitante riojano que antes no aparecía en nuestras estadísticas ahora ocupa habitualmente el cuarto o quinto lugar, incluso el tercero. Este fenómeno es relativamente reciente, desde hace dos años aproximadamente hay más movimiento interno, lo que es también un orgullo. En cuanto a la valoración, tanto riojanos como el resto de visitantes aprecia la región, la variedad de paisajes, etc.

¿Las casas rurales cada vez son más hoteles en cuanto a sus servicios?

El turismo rural que en sus orígenes era ir y convivir durante unos días con la gente de la sierra de la zona, incluso compartir casa con los propietarios, comer o cenar con ellos... Eso ya pasó a la historia. El turista rural quiere ir a una zona rural pero quiere tener todas las comodidades de un hotel de cinco estrellas.

Respecto al hotel hay que tener en cuenta que las casas rurales tiene aspectos ventajosos, como zonas comunes amplias, jardines privados y salones, barbacoas, etc., y la naturaleza cerca, claro.

En balance final, ¿qué momento de actividad viven las casas rurales en La Rioja?

En general el turismo rural está de moda, y en el caso de nuestra comunidad es una suma de factores que hace que cada vez venga más gente a La Rioja: por un lado, las campañas de promoción que organiza La Rioja Turismo, con visitas de periodistas y blogueros que junto a las bodegas han empezado a visitar también los pequeños pueblos; por otro lado, es destacable el esfuerzo que durante esta época de crisis han tenido que hacer las casas, que mínimo necesitan invertir de 1.500 a 3.000 euros en publicidad porque si no no te ve nadie. Y a ello se suma que la actividad de una casa rural cada vez exige más atención con actualización de redes sociales, etc.

Con todos estos ingredientes, ¿hacia dónde se podría decir que va el futuro de las casas rurales?

Por un lado es halagüeño, porque cada vez hay más personas interesadas en pasar un tiempo haciendo turismo de interior y ahí el turismo rural es muy atractivo, llevamos mucho tiempo haciendo campañas, tenemos un buen producto... Además, poco a poco estamos llegando al turismo internacional que es la asignatura pendiente, pero hay un goteo constante de turistas del exterior que van acercándose a La Rioja y escogen el ámbito rural para alojarse.

Al mismo tiempo el futuro es preocupante: nuestros pueblos se están despoblando, es un problema serio. Si seguimos así, ¿qué vamos a enseñar: lugares con casas bonitas, pero sin vida, sin personas, ni siquiera los fines de semana? Este es un tema que hay que poner en la agenda seriamente, no simplemente hablar, hay que tomárselo un poco más en serio y preocuparse, desde las administraciones locales, regionales, nacionales y también de la Unión Europea. Ver cómo se puede hacer para que la gente viva en el pueblo.

Por último, si hubiera que poner un foco en esas tareas pendientes, ¿dónde habría que fijarse para lograr una mayor rentabilidad en el turismo rural en La Rioja?

Hasta que no logremos que el flujo de turistas internacionales suba no se va a poder vivir del turismo rural en La Rioja, ni en gran parte de la geografía española. Hay que conseguir más ocupación entre semana.

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